miércoles, 17 de agosto de 2011

¿Sentimiento o moda?

He de reconocer que dejé mi blog totalmente abandonado durante estos meses, a pesar de que me había propuesto mantenerlo activo. Aunque lo cierto es que no ha habido mucho tiempo, y el poco que ha habido... Y os preguntaréis, ¿ y por qué razón esta escribe ahora en castellano en vez de en inglés? Pues la verdad es que no hay un motivo aparente, simplemente me dio por ahí, lo cual no quiere decir que escribir en castellano vaya a ser la tónica habitual a partir de ahora. Ni mucho menos. Mi intención es re-comenzar este blog como un nuevo proyecto, escribiendo en castellano o en inglés indistintamente, e incluso en ocasiones, en ambos. Todo dependerá del tema a tratar en cada post, porque pese a que será de índole deportiva, es un campo mucho más amplio de lo que podría parecer.



He meditado ya en numerosas ocasiones que tema elegir para el "re-estreno", y al final he decidido que para una ocasión así, tenía que ser un tema especial para mí, y que mejor que mi querido Dépor, mi equipo de toda la vida. Por desgracia, esta temporada -que comenzará en unos días siempre y cuando la huelga no se mantenga- el Dépor jugará en segunda por primera vez en mucho tiempo, por primera vez en mis 19 años vida.  Desde que tengo uso de razón recuerdo ver sus partidos, interesarme por los resultados, vivir buenos momentos y otros no lo fueron tanto. Cómo olvidar los magníficos años del "superdépor", en los que conquistamos la liga 99/00, llegamos a semifinales de la champions, le ganamos la copa del rey al Real Madrid en el Bernabéu en el ya famoso "centenariazo", etc. Pero después de esa época de grandes éxitos vinieron tiempos de vacas flacas en los que no había dinero, y consecuentemente, tampoco juego. Poco a poco fuimos descenciendo en la tabla, volviendo a adoptar la etiqueta de equipo modesto.
Y este año, llegó el desastre. El equipo no funcionó. No hubo juego, pero sobre todo nos pasó lo de siempre, no hubo gol. Si a todo eso le sumamos que la fortuna no se alió con nosotros y que todos los factores parecieron ponerse de acuerdo en nuestra contra, no resulta extraño que nos viéramos abocados al descenso de categoría.
Sin embargo, al mal tiempo buena cara. Tocó seguir apoyando al equipo, como siempre desde hace ya unos cuantos años. Pero en las últimas jornadas de la pasada campaña algo nuevo surgió. Después de ver gradas vacías durante una buena parte de la temporada, así como en las pasadas, el estadio empezó a llenarse -cierto es que bajaron los precios de las entradas- y la gente acudía en masa y bien uniformada para animar al equipo con fuerza. Y pese al descenso de categoría, parece que el apoyo sigue. Por el momento se han superado los 21.000 abonados, una cifra realmente espectacular para un equipo de la segunda división. Somos, con mucha diferencia, el equipo que cuenta con un mayor número de abonados, teniendo en cuenta además, que el Celta, nuestro gran "enemigo" -por denominarlo de alguna manera- no llega ni siquiera a los 2.000.



Después de toda esta parrafada, por fin llego a lo interesante de la cuestión, a lo que quería plantear desde un primer momento en este post. Es cierto que el equipo se ha reforzado bien, ha fichado -desde mi humilde punto de vista- con mucha cabeza, y parece que las cosas se están haciendo bien por primera vez en los últimos años. El proyecto se califica, sin dudarlo, de ilusionante cuanto menos. Pero aún así, ¿más de 21.000 abonados? ¿de dónde han salido tantos? Lo cierto es que parece que en los últimos tiempos se multiplican. Y con esto no estoy diciendo ni mucho menos que me parezca mal, puesto que soy la primera en afirmar que hay que apoyar al Dépor en los buenas y en las malas. Sin embargo, ando yo un poco "mosca" con este asunto. ¿No se tratará de una especie de fiebre? ¿De una moda? Lo cierto es que a mi a veces me lo parece. Me da la sensación de que este renovado, y a su vez repentino espíritu deportivista, es una especie de moda, algo que se lleva. La cuestión es cuánto tiempo durará, si se mantendrá esta temporada, o si en caso de que el equipo -esperemos que no sea así- no lograra ascender, también continuará.
No se como lo veis vosotros, pues esta es simplemente mi opinión. Una opinión de alguien que lleva siendo una fiel deportivista toda su vida y que se extraña de este renacer del sentiemiento blanquiazul. Ojalá me esté equivocando y se trate de que la gente se haya propuesto apoyar al Dépor de corazón y, además, a largo plazo.